• ¿Cuántas veces nos creamos un apego hacia algo o alguien creyendo de alguna manera que lo poseemos y, al final, cuando hay una ruptura o alejamiento sufrimos en exceso?

Por: Paulina De la Mora
 

Desapego.  Este es el quinto yama; vamos a dejar el cuarto (Brahmacharya o "No excesos") al final, porque creo que éste es uno de los yamas más difíciles y más profundos de trabajar.

Aparigraha se compone por “Grah”, que es la raíz de “graha” y significa apropiarse, tomar o aceptar, y  “pari” que quiere decir alrededor de; entonces la palabra Aparigraha se podría traducir como “no acaparamiento o apoderamiento de  algo que está a nuestro alrededor”. Librarse de toda codicia o avaricia.

Todo lo que tenemos y somos es un don, y estos deben circular hacia los demás; acaparar sería cortar y crear cierto desorden alrededor de nosotros. Ahí es cuando viene la idea de "lo mío" y del "yo" como centro. Es cuando nuestro Ego es el mayor enemigo; el creer que merecemos todo o el que podemos hacerlo todo sólo nos desequilibra.

Aparigraha se puede ver como una faceta de ASTEYA (no robar) , porque te vas desapegando a lo que no es tuyo, además de que vas olvidando el temor a que desaparezca. Es decir, mientras Asteya habla de la disciplina de no apoderarse de lo que no te pertenece, Aparigraha te lleva un poco más allá, te invita a renunciar a lo que pudiendo ser nuestro no se exceda.

Pero, como lo hemos estado viendo con los otros yamasAparigraha no sólo habla de los bienes materiales, sino también en nuestras relaciones diarias con nuestros familiares, amigos y pareja. Esta es una forma elevada de trabajar el desapego y la más difícil.

Los celos y la envidia son manifestaciones de posesión de personas y de objetos o logros de otro. Cuando practicamos este yama, nos volvemos imparciales y de este modo el amor, el aprecio, la compasión se vuelve incondicionada y no se restringe a nuestros seres más allegados.

                                                                         
                                                                        Foto vía: Mujerde10.c

El vivir por y para ciertas personas o que tu vida gira alrededor de ellos, no es bueno; pierdes la intención de dar amor sano y disfrutarlo, y el sufrimiento es mayor al grado se ser enfermizo cuando hay una ruptura.

En todos los aspectos de este yama,  es indispensable abordarlo con humildad y con una visión real de nosotros, ya que es importante no reprimirse, pretendiendo adoptar una actitud centrada. Debemos tener especial cuidado y no estar apegados al deseo de desapegarse. En sí, el realizar esta acción no es practicar un alejamiento hostil o frío, o simplemente aceptar resignadamente y ser indiferentes a la gente y a sus problemas. Desapegarnos es apartarnos de una persona o de un problema con amor; no podemos resolver los problemas que no nos tocan, cada persona es responsable de sí misma. No podemos solucionar todo o “cambiar a todos” sólo porque nosotros pensamos que sí podemos.

Hay que encontrar el equilibrio en trabajar el desapego, pero no llegar al punto en que "nos vale todo". Es difícil encontrar o saber cuándo tienes suficiente o permanecer libres de la influencia de los demás, de opiniones, juicios o reacciones. La meditación puede ayudar.  El desapego es mirar las cosas y la vida con mucho amor, generosidad y consciencia, sin atarse a algo de manera incorrecta e intensa.

Así que les dejo unas preguntitas de reflexión:
 
  • ¿Necesito realmente más? 
  • ¿Qué o quién es lo que me quita la paz? 
  • ¿Necesito de alguien más para sentirme completo?

El mundo está lleno de sufrimientos; la raíz del sufrimiento es el apego; la supresión del sufrimiento es la eliminación del apego”. Buda.

Namaste! 
 

Comentarios potenciados por CComment