• Nuestro #ViernesDeViajes se pinta de luces y colores de Navidad con una ruta como ninguna otra.

Por: Raúl García
 

Visitaremos un pueblo mágico para buscar ese pequeño gran detalle para regarle a nuestro hogar; exploraremos montañas buscando el árbol de navidad perfecto, ayudando así a la reforestación de nuestro país y creando el momento ideal para compartir bajo sus hojas bellos momentos con nuestros seres queridos. Para concluir, visitaremos un lugar  para encontrar ovejas, vacas, pastores, magos y hasta peces para nuestro tradicional nacimiento.

¡Así que descubramos y recorramos esta nueva Ruta de Navidad!

Nuestro road trip comienza más temprano de lo acostumbrado; aún se ven las estrellas en el cielo cuando nos dirigimos a nuestra primera parada: Amecameca en Estado de México, a un paso de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, ahí encontramos “El Bosque de los Árboles de Navidad”, fundado en 1960. Ha sido uno de los lugares predilectos por los mexicanos y sus familias para cortar su arbolito.

                                                                         
                                                                        Foto vía: BosqueNavidad.com

Antes de comenzar la búsqueda de nuestro árbol navideño, nos detenemos en medio del bosque para saborear unas ricas quesadillas de hongos, huitlacoche, conejo, papa y muchos, muchos más; eso sí, con un buen café de olla para quitarnos este frío de montaña.

Ahí nos comentan que este lugar ayuda a la reforestación de diferentes zonas del país, lo que lo hace único, teniendo reconocimientos por la SEP por su educación ambiental, así como un Premio Nacional de Ecología, entre muchos más, ya que al cortar el pino se pide que no se corte al ras, dejando el tacón del árbol vivo para que de ahí crezca uno nuevo en poco tiempo.

Con estas noticias estamos aun más animados para comenzar a buscar por entre los senderos nuestro pino.

Caminamos entre Pinos Vikingos, Vikingos Oro, Lluvia de Oro y uno que otro roble enorme con barbas de heno y musgo en sus ramas. Como sacado de un cuento de hadas, por fin encontramos uno, el llamado “oso de los árboles de navidad" de estilo vikingo. Es llamado así por que es “pachoncito”. Después, con la ayuda de algunos muchachos del parque, logramos ponerlo en su malla y en el auto para seguir nuestro recorrido.

                                                                                 

Seguimos en nuestra Ruta de Navidad; ahora nos dirigimos a Tlalpujahua, un pequeño pueblo en el Estado de Michoacán, muy cerca del Estado de México, ahí nos encontramos con un mundo de color, lleno de luces y de calles empedradas donde no sólo es un pequeño mercado de artesanías en el cual venden las esferas navideñas, es todo Tlalpujahua, pues cada año -por estas fechas- la Navidad desborda en cada esquina, en cada hogar y negocio sin olvidar los pequeños rincones del pueblo.

Al llegar, primero nos abruma el movimiento de turistas, mercancías y lugareños en su ir y venir, pero poco a poco caminando muy despacio nos unimos a todos ellos para descubrir el por qué Tlalpujahua es el sitio ideal para comprar las esferas para nuestro árbol de navidad.

Este pequeño pueblo cuenta con una tradición en creación de esferas navideñas de más de 40 años. Descubrimos platicando con algunos artesanos que estas esferas son hechas a mano y son las más importantes de América, además de estar entre las 5 mejores del mundo y son mexicanas. Es así como nos contagiamos aún más del color de la Navidad.

                                                                                                        

Para terminar esta etapa, saboreamos un pan tradicional de la región: el pan de pucha de Tlacotepec, hecho principalmente de trigo, anís, azúcar y algunas veces un poco de pulque; como muchas veces en los viajes, es en la comida donde descubres la historia del lugar, lo que lo hace perfecto para terminar con esta segunda parada en esta mágica ruta.

Regresamos al camino para concluir con nuestro último destino de la Ruta de Navidad, ahora nos dirigimos a otro Pueblo Mágico para buscar nuestras piezas del nacimiento. Muy cerca de la ciudad de Toluca, está Metepec, un importante punto artístico debido a su gran tradición de artesanías mexicanas, como el árbol de la vida, catrinas ¡y más! Una prueba de ello es el reconocimiento nacional e internacional como uno de los principales centros artesanales del país y un ejemplo de su creatividad es el templo de San Juan Bautista, donde encontramos en su fachada varias representaciones de santos y ángeles, todo representa sus orígenes desde mucho antes de la conquista española y del sincretismo en sus obras.

Comenzamos a buscar en sus muchos locales las figuras que darán el toque final a nuestro hogar, por entre jarrones, macetas, vitrales, artesanías en forma de animales y grandes soles, nos encontramos exactamente con lo que vinimos a buscar: nuestras piezas del nacimiento, desde los reyes magos, las personas del mercado, los pastores junto con sus ovejas y, claro, San José, la Virgen y el Niño Dios; además de diferentes objetos para nuestra maqueta como casas, fuentes, establos etc., dándole ese toque de especial a nuestro nacimiento.

                                                                                         

Para concluir nuestra aventura, después de un largo trayecto, probamos una ensalada de plaza con acociles ¡un sabor como ningún otro! 

Así termina nuestra Ruta de Navidad; obtuvimos nuestro árbol en Amecameca, para después dirigirnos a Tlalpujahua e inundarnos de su color con sus esferas hechas a mano y al final nos trasladamos a Metepec, donde compramos nuestras figuras del nacimiento, además de probar un poco de cada lugar con su exquisita gastronomía y convivir con su gente cálida y amable. Es por eso que sabemos que esta Ruta de Navidad la repetiremos el próximo año, añadiendo nuevos destinos a la travesía.

¿Qué llevar?
 
  • Ropa cómoda, así como calzado urbano para explorar, gorra o sombrero para el sol.
  • Para Amecameca y Tlalpujahua: chamarra y suéter, así como botas o tenis.
  • Para Metepec: un suéter ligero, botas o tenis

¿Qué no llevar?
  • Ropa delicada, así como calzado de vestir o en el caso de las mujeres, tacones.

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