• "Nada con exceso, todo con medida"; una filosofía que debemos aplicar de manera física, mental, emocional y espiritualmente.

Por: Paulina De la Mora
 

El último yama que veremos, que es el cuarto, es Brahmacharya; significa continencia o celibato. Pero, en sí, no habla del todo acerca del celibato sexual o soltería, aunque sí menciona el llevar una contención en este lado de tu vida. 

Técnicamente, este yama significa llevar una vida de pensamientos, acciones y aspiraciones puras.  Se divide en físico y mental; el físico es el control  del cuerpo y el mental es el control de los malos pensamientos. Todos tus pensamientos y acciones deben estar llenos de conciencia.

Este yama es esencialmente un camino de disciplina en todos los aspectos. Tener moderación en toda cosa, ya que demasiado engendra problemas; esto es, como nos dijo la filosofía griega:   “Nada con exceso, todo con medida”, para  guiar el comportamiento práctico de los hombres.

La autodisciplina comienza con el conocimiento correcto de nosotros mismos. Si el  control se quiere imponer a la fuerza de manera externa, se puede volver un problema muy complejo. El auto control es indispensable, ya que nosotros como seres humanos tenemos la conciencia y capacidad de comportarnos sobre ciertas reglas y no comportarnos “como animales”.

Lo ideal es dominar la mente y los sentidos sin ser dominados por ellos.

                                                                     
                                                                     Foto vía: Medicaldaily.com

El espíritu tiene dos aspectos: la conciencia y la energía. La conciencia es constante y la energía es cíclica; por lo tanto, el conservar y aplicar la energía es lo determinante para el espíritu, ya que la difusión y disipación de energía siempre lo debilita.

Básicamente, Brahmacharya es esta conservación y dominio de todos nuestros sistemas de energía, esto es especialmente a que las emociones negativas gastan más energía física y mental. Por otro lado, las emociones positivas realmente mejoran y aumentan nuestra energía y niveles físicos.

Al privar a los sentidos, la gente tiende a crear frustración; es como hacer una dieta, nos pone de mal humor, pero esta “dieta” no es una necesidad sino una opción.  Tienes que estar convencido de querer llevar una vida sin excesos.

Algunos ejemplos de cuando transgredimos este yama son:
 
  • Físicamente, cometemos excesos de cualquier tipo en nuestro cuerpo: comiendo, trabajando, durmiendo, etc.
  • Mentalmente, cuando nuestra mente no descansa.
  • Emocionalmente, cuando ponemos mucho afecto en algo que no lo merece, dejando de lado las cosas más valiosas y pequeñas.
  • Espiritualmente, cuando nos deshacemos de nuestros principios religiosos o morales.

El desorden va a provocar desarmonía; respetar este yama es saber hasta dónde queremos avanzar y cuándo necesitamos detenernos; en qué momentos actuar y en cuáles debemos esperar; así que al tener control de nosotros conduce a un equilibrio.

La enseñanza fundamental que nos brinda Brahmacharya es usar nuestras energías de acuerdo a la actividad que vamos a llevar a cabo. Actuar de manera consciente y moderada en todas las cosas nos va a dirigir a la eficiencia, y podremos elegir el camino correcto. Esto se logra siendo conscientes de que cada uno de nosotros y que todo lo que nos rodea tiene energía.
 

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