Por: Raúl García
 
¡Nuestro #ViernesDeViajes ya esta aquí! y esta vez visitaremos un lugar que ha sufrido varios cambios a través del tiempo, ha sido inundado, aislado y reubicado -literalmente-; en medio de bosques, montañas y lagos encontramos un pequeño pueblo con encanto en el Estado de México. ¿Listos? ¡Nos vamos a Villa del Carbón!
 
En el Noreste del Estado de México se encuentra El Pueblo con Encanto Villa del Carbón; esta localidad colinda con el estado de Hidalgo y Jilotepec en el norte, que es nuestra ruta para llegar.  Nos vamos por la autopista hacia Querétaro, tomando la salida a Jilotepec y de ahí seguimos los señalamientos, una autopista rodeada de bosque y maravillosos paisajes, difícilmente creerás que estás tan cerca de la Ciudad de México.

Justo antes de llegar a Villa del Carbón nos encontramos con una pequeña desviación del camino en dirección de San Luis de Taxhimay, un pequeño pueblo hacia el este y a 20 minutos del centro de Villa. Dejamos atrás los frondosos bosques para pasar a grandes extensiones de pastizales y encontrarnos con su presa del mismo nombre; notamos que muchos de los ríos de la región llegan hasta esta presa.

Pero ¿sabías que este enorme lago no siempre existió? Hace mucho tiempo, existía un pequeño pueblo: San Luis de las Peras, el cual quedó sumergido en 1934, quedando sólo en la superficie las torres de sus iglesias junto con algunos de sus muros. Una de esas torres pertenece a la Parroquia de San Luis Rey de Francia y otra a la iglesia del Señor del Quejido; están ahí apuntando hacia el sol en el día y a las estrellas en la noche, siempre recordándonos de la gran historia que existe en ese lugar, justo debajo del agua.

                                                                          

Siguiendo con nuestro recorrido, nos topamos con la Iglesia que -por estas fechas- se encuentra bellamente decorada por las fiestas próximas; ahí se encuentra el Cristo del Señor del Quejido.  Según la leyenda local, un campesino que iba por un arrollo se encontró con un tronco que quedó atorado en el río a mitad del pueblo; al tratar de quitarlo con golpes de hacha se escuchaba un quejido.  Asustado, el campesino fue al pueblo a dar la noticia; al regreso, él y muchas personas más descubrieron que aquel tronco al que se golpeó tenia el rostro de Cristo; desde entonces es venerado en esta localidad.

                                                                                       

Regresamos al camino principal para llegar al centro de Villa del Carbón; pasamos entre pequeñas calles que obviamente fueron diseñadas para caballos y carretas, más que para autos.  Una gran plaza rodeada de árboles, algunos de ellos al parecer centenarios, así como edificios coloniales y un pequeño mercado de los lugareños donde venden sus productos naturales, directamente del bosque.

Encontramos una gran variedad de hongos azules, naranjas, zetas, así como otros ingredientes vegetales que son un lujo en muchos restaurantes lejanos.  También encontramos su iglesia hecha de piedra de la montaña, un tono gris y antiguo que nos traslada a los tiempos donde las calles eran transitadas por nobles y campesinos en camino a la ciudad de México, no así su última parada porque aún el camino real baja por la montaña y surca otros pueblos, como Atizapán, Tlalnepantla y muchos más.

                                                                                  

No olvides que Villa del Carbón no sólo es un Pueblo con Encanto por sus bellezas naturales y hermosas edificaciones, sino también porque ahí puedes encontrar ropa de piel (vacuno, borrego, etc.) de la mejor calidad y a un increíble precio que no lo podrás creer; todo -además- al último grito de la moda: sombreros, chamarras, gabardinas, botas, zapatos para todos los gustos y bolsillos.

Así que ¿qué esperas para comenzar a recorrer los hermosos pueblos mágicos y con encanto de nuestro hermoso México? Empieza a descubrir la magia de los lugares que esperan ser descubiertos por ti.
 
¿Qué llevar?
  • Calzado cómodo para explorar. Tenis o zapato urbanos.
  • El clima es frío, por lo que es recomendable lleva un suéter ligero o chamarra. Si no llevas, puedes comprar alguna en el centro del pueblo.
  • Pantalones de mezclilla resistente.
  • Sombrero y gorras.
 
¿Qué no llevar?
  • Ropa muy delicada, en la presa puede dañarse al bajar al muelle.
  • Zapato de tacón o plataforma, puedes caer al explorar entre las calles empedradas.
 
¿Qué más visitar en Villa del Carbón?
  • Presa el Llano.
  • El mercado de Artesanías.
  • Tradición Charra.

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