• Un viaje a través del tiempo, la historia y el barroco.

Por: Raúl García
Seguimos de viaje por el Estado de México y esta vez nuestro destino es un lugar cercano a la frontera norte del estado, rumbo a Querétaro.  Es un lugar lleno de historia, tradición y cultura impresionante, donde los pequeños detalles de pinturas, cofres, libros y hasta armadura nos regresan en el tiempo donde las viejas culturas mexicanas y españolas se fusionan, creando todo un nuevo mundo de color, tradiciones y sabores.

Todo esto y más lo podemos vivir en este lugar; además, contiene una de las mejores muestras del arte barroco en México y está ubicado en el Ex Colegio Jesuita de San Javier. ¿Ya sabes cuál es nuestro destino? Así es ¡recorreremos El Museo Nacional del Virreinato, en Tepotzotlán, Estado de México!

Cerca de la salida a Querétaro nos encontramos con Tepotzotlán, un pueblo mágico lleno de arquitectura y tradiciones muy vivas; un sitio predilecto para los habitantes de la ciudad en los fines de semana. Justo a un lado de su plaza principal se encuentra el Museo Nacional del Virreinato, una de las obras maestras del barroco mexicano, fundado por el presidente Adolfo López Mateos en el año de 1964 con el fin de albergar, conservar y exponer magnificas obras del arte virreinal en toda su hermosa extensión.

La entrada se encuentra exactamente a un costado de la Iglesia de San Pedro Apóstol; esa arquitectura estilo barroco es el mejor lugar para comenzar tu viaje por el tiempo.  Empieza con un hermoso jardín lleno de árboles que han perdurado a través de la historia, observa el paso de los años; además, puedes detener tu paso en el exterior del museo, contemplado su fachada y los finos detalles que la adornan.

                                                                 

Desde el comienzo del recorrido te envuelve una atmósfera de leyendas e historia que va desde nuestros inicios prehispánicos -labrados en la roca con esos detalles inigualables- hasta las influencias europeas que encontramos con sus armaduras.

Ellas yacen ahí, de pie, aún en guardia después de tantos años; esperando. Nos da impresión que parecen esperar las órdenes de su comandante para ir a la batalla reluciendo sus grandes espadas, lanzas y cascos. El aire de historia nos envuelve más y más, adentrándonos profundamente en el viaje del tiempo.

En las siguientes salas encontramos objetos del uso diario de los habitantes del Ex Templo de San Francisco Javier: sus ropas, así como utensilios, muebles y arte sacro, hermosas pinturas y -además- colecciones de cerámica, piezas de oro y plata, escrituras y libros que han logrado sobrevivir a través del tiempo.

En cada sala del museo nos sumergimos en la belleza del arte y la vida de esos tiempos, con sus impresionantes obras y retablos en madera dorados adornando las paredes en un mundo de color; justo ahí, donde se fusionan las curvas, colores, sus luces y sombras nos provocan detener el paso en nuestro caminar para admirar con mayor atención y a detalle las obras maestras de la historia barroca de nuestro país, una de ellas es el Camarín de la Virgen, que es una replica exacta de la casa de Loreto, Italia, que con su belleza inigualable nos invita a soñar.

                                                                                          

En el recorrido nos encontramos con su retablo principal, tan impresionante que hace que quedemos boquiabiertos por su gran belleza y detalle; tan extenso y hermoso que es difícil expresar con palabras su enorme belleza.  Cada centímetro de piedra y madera dorada está adornada de una manera tal que nos envuelve con su estilo barroco, casi obligándonos a quedarnos un poco más para descubrir en sus innumerables formas nuestro México antiguo.

También podemos sentir por un momento esos tiempos donde salones como este eran iluminados sólo por la luz de las velas, justo cuando caía el sol, creando un juego entre la oscuridad y la luz, dejando a los religiosos en un profundo silencio perturbado, quizá, por sus cantos y algunos pasos a lo lejos en los pisos de madera.

                                                                         

Para cerrar con broche de oro nuestro recorrido por la historia y su mundo de color barroco, nos encontramos con la puerta que da a los jardines traseros del recinto; en ellos existe una paz que nos embarga, mientras recorremos sus caminos de pierda rodeados de árboles y bellos jardines, donde seguramente muchos de los antiguos monjes pasaban muchos de sus días reflexionando, caminando por algunos de sus senderos.

Encontramos en nuestro caminar pequeñas construcciones, algunas rodeadas de paredes de piedra; ellas complementan nuestro viaje en la historia.  Un pensamiento recorre nuestra mente: tratar de imaginar las mil y un historias que nos contarían las paredes si pudieran hablar; nos contarían desde sus inicios en los cimientos de sus épocas doradas y sus no tan buenas eras para llegar hasta el día de hoy, una experiencia única como ninguna, con el simple hecho de sólo pensarlo.

                                                                     

Termina nuestro recorrido en este lugar mágico; nos envolvimos en la historia; descubrimos la vida cotidiana de los antiguos habitantes del recinto; nos maravillamos con los colores y formas de los retablos dorados, contemplamos cada detalle, cada forma, todo el arte barroco del virreinato en su máxima expresión, para culminar con un recorrido de paz en los bellos jardines rodeados de árboles y construcciones a las que sólo les falta hablar para contar sus cientos de historias y leyendas de nuestro pasado.

Así que te invito al Museo Nacional del Virreinato, en Tepotzotlán, en el Estado de México, un recorrido familiar o en pareja que te asombrará más de lo que te imaginas, queriendo regresar para poder volver a admirar una vez más lo bello de su arte.
 
  • No necesitas ropa especial para este viaje, pero te recomiendo llevar:
  • Calzado cómodo para poder explorar el recinto completo
  • Cámara fotográfica, recuerda no usar flash.
  • Un suéter ligero, en algunas partes hace un poco de frío por la misma forma de la construcción.

¿Qué no llevar?
  • Evita llevar calzado muy formal, en el caso de mujeres: el tacón puedes resbalar en las escaleras.
  • Ropa muy delicada.
  • Si llevas mochila existe guardarropa donde la puedes dejar antes de iniciar tu recorrido.
  • Alimentos y bebidas están prohibidos dentro del museo.

Importante: Recuerda respetar las obras de arte, esculturas, pinturas y piezas del museo, evitando tocarlas o tomar fotos con flash.  Cuidando nuestro legado haremos que su historia dure más años de los que ha sobrevivido.  También es importante que sigas todas las instrucciones del personal para tu comodidad.

Agradecimiento especial al personal del Museo Nacional del Virreinato por la información prestada para la realización de esta aventura.

Horario y Precio:
Precio de entrada $ 55.00 pesos
Martes a Domingo
Entrada gratuita para niños menores de 13 años, maestros, estudiantes, jubilados y personas mayores de 60 años
No olvides seguir en FB y Twitter al museo para continuar tu viaje día a día.
FB: Museo Nacional del Virreinato
Twitter: @Virreinato
 
Visita su tienda para llevar ese recuerdo perfecto para tu colección de viaje.
Mas información en: www.virreinato.inah.gob.mx
 

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