Llegó el viernes, pero ¡es viernes de vacaciones! Pensarás que es tiempo de descansar, relajarse y buscar la tranquilidad en algún pueblo mágico; sin embargo, eso es todo lo contrario a lo que vamos hacer en este mes de Julio.  Nuestro primer destino lo encontraremos cerca del Estado de México, recorreremos barrancas a bordo de cuatrimotos  y paisajes increíbles, para terminar en una cascada con formaciones tan maravillosas que no parecen naturales. ¿Están listos? Hidalgo nos espera con sus prismas basálticos y sus barrancas. ¡Comencemos!

El día empieza muy temprano, alrededor de las 6am nos empezamos a preparar para nuestro viaje en cuatrimoto al borde de Peña del Aire, que es literal una Peña de roca al borde de la barranca. Iniciamos por la carretera del pueblo, algo fácil para calentar motores, cuando de repente nuestro guía nos lleva por fin afuera del camino; atravesamos pequeñas lomas saltándolas para encontrarnos con charcos, restos de la lluvia anterior y, claro, no pudimos contenernos y los atravesamos con el entusiasmo de salpicar a nuestro alrededor.  Desde el inicio de nuestro recorrido descubrimos paisajes increíbles, casas y lugares antiguos, planicies llenas de cactus y maíz; además de pasar cerca de la Presa San Antonio, que deja ver la parte superior de las construcciones antiguas.

Por fin llegamos a Peña del Aire llenos de lodo y tierra, ahí nos recibe una vista fantástica de la inmensidad de la barranca; a lo lejos las montañas parecen cortadas al mismo nivel, sólo dejando ver su gran profundidad. Nos tomamos un momento, respiramos profundo y nos dejamos llevar por nuestros pensamientos y por el viento.

                                                                                      

Continuamos con nuestro recorrido, ahora en dirección a los Prismas Basálticos.  Regresamos por el mismo camino, saltando y ensuciándonos de lodo y aún admirando sus diferentes paisajes, y aunque son los mismos que los de la mañana, la luz de medio día les da otro toque jugando con sus luces y sombras, casi queriendo que detengamos de nuevo nuestros pasos para admirarlos.

Seguimos adelante, ya en las calles del pequeño pueblo hasta llegar al parque de los Prismas. Estas formaciones son el resultado de un enfriamiento lento de lava de millones de años, es por eso que tienen 6 o 5 caras, muchas de ellas en posición vertical y otras en horizontal.  Al caminar entre ellas, nos encontramos en medio de cuatro pequeñas cascadas que provienen de la presa de San Antonio.

Alexander Von Humboldt, barón de origen alemán, quedó tan impresionado de las formaciones de las rocas que las dibujó en 1803 a lápiz, y éstos están exhibidos en el Museo Británico en Londres, dando a este lugar gran popularidad no sólo nacional, sino extranjera. ¿Te puedes imaginar lo impresionante que es?

En el lugar puedes hacer diferentes actividades como paseos en bote en la presa, recorridos a caballo, inclusive una tirolesa que atraviesa el cañón de los Prismas ¡no te la puedes perder!, así como lugares para acampar y hacer parrilladas, perfecto para terminar nuestro día.

                                                                       
 

paisajes increíbles que parecen cambiar de forma con la luz matutina, para terminar balanceándoos sobre los Prismas Basálticos con la tirolesa.  Una experiencia única, así como el lugar que impresiona igual que en el año de 1803.

Así que no puedes perderte esta aventura ¡no te arrepentirás!

¿Qué llevar?

• Calzado para explorar, con suela gruesa.
• Ropa ligera, que no sea estorbosa, pero sí resistente.
• Pantalones cargo o mezclilla.
• Dependiendo de la estación del año, chamarra gruesa para el recorrido matutino y la noche.

¿Qué no llevar?

• Ropa y calzado delicado, entre rocas y lodo puede dañarse.

 
Ten cuidado al recorrer la barranca, no te confíes, muchas rocas pueden estar sueltas; de igual forma en los Prismas, evita tratar de escalarlos, el agua hace de las rocas muy resbalosas y puedes sufrir un accidente.