• El Color De Roma En El Centro Historico​.

Por: Raúl Gracía

Muchas veces pasamos sin darnos cuenta, indiferentes y apresurados por la vida de la ciudad;  pero muy cerca del Zócalo -y a unos pasos de el Palacio de Bellas Artes- se encuentra un lugar rodeado de edificios, donde cientos de personas transitan diariamente sin pensar en lo que se encuentra en el camino, sin imaginar sus paredes doradas, su mármol finamente cortado y de un color espectacular,  de mosaicos romanos y de vitrales y cúpula increíbles. ¿Sabes a qué lugar me refiero? ¿No? Pues acompáñame a la Capilla de la Inmaculada Concepción en el Templo de San Felipe de Jesús en el Centro Histórico.

A un lado del Templo de San Felipe de Jesús, y casi en frente de la Casa de los Azulejos, se encuentra la Capilla de la Inmaculada Concepción.  En los tiempos del México antiguo se encontraba la Capilla de Nuestra Señora de Aránzazu, la cual perteneció al Convento de San Francisco y fue edificada para los fieles católicos vascos porque, de hecho, ellos financiaron la construcción.

Una gran puerta de madera con hierro forjado; es alta, pero pequeña para que dos personas pasen a la vez.  Su simple exterior de cantera nos hace imaginar que su interior será igual de sobrio y sin grandes detalles.

                                                                     

Atravesamos su puerta, alcanzamos a ver un vitral, pero la luz del exterior nos dificulta distinguirlo.  El sonido de nuestras pisadas hacen eco en la pequeña capilla y así, delante de nosotros, se revela un mundo de color dorado y azul.  Seguimos caminando y levantamos la mirada para observar su techo finamente decorado con cientos de luces y con colores de mármoles impresionantes; así es, evoca al arte románico y bizantino y de esta forma es su construcción:  mosaicos en las paredes junto a las grandes columnas; su suelo nos transporta a Europa y sus grandes construcciones; su altar está delicadamente grabado en mármol gris de una sola pieza, con columnas y ventanales, parece una catedral en miniatura.
                                                            
                                                                      

Nos damos vuelta mientras observamos las diferentes pinturas de casi dos metros de altura, de situaciones de la época y de diferentes santos; algunos detalles son pequeños, pero hacen que toda la pintura tenga ese resplandor y personalidad único.

Caminamos de vuelta a la entrada, y ahí delante de nosotros se revela el vitral, nos quedamos más que asombrados con sus formas y colores, con sus detalles impresionantes, cosas que no se pueden apreciar desde la calle; su historia del santo marcada parece cobrar vida cuando la luz y las sombras hacen su juego junto con su marco antiguo de madera y metal.

                                                                           

Nuestros viajes tienen grandes detalles escondidos en los rincones de la ciudad, como lo es esta capilla, con sus grandes pinturas y mosaicos,  con su techo lleno de luces y colores increíbles, así como en sus columnas y en su altar, terminando con un vitral que desde el exterior sólo se aprecia el color gris de la cantera, pero en su interior nos transporta a la Europa Romana con sus grandes catedrales y palacios.

No dejes de visitar esta obra de arte en el Centro Histórico de la Ciudad de México ¡así que comencemos a viajar!

¿Qué llevar?
  • Ropa y calzado cómodo.
  • Si tomas fotografías, evita usar el flash en las pinturas.

¿Qué no llevar?
  • No necesitas calzado especial, pero evita llevar calzado con tacón muy alto o botas con metal; se puede dañar el mosaico del piso.
  • Visita también el Templo Expiatorio de San Felipe de Jesús, ahí observarás más arte románico y tipo bizantino.
  • En la capilla aún existe culto, por lo que si al entrar existe una celebración, recórrela con respeto o espera a que termine la ceremonia.

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