• Una especie marina que, aún estando en el fondo del mar, te hará sentir que estás volando en un profundo y maravilloso cielo azul.

Por: Raúl García

Ya nos hemos maravillado con el mar y aprendido a navegar con estilo para disfrutar su inmensidad; ahora, ¿te imaginas poder caminar en el fondo de un coral debajo de las olas?; observar e incluso tocar una de las más impresionantes especies marinas que parecen volar en el mar, y que al mirarlas por un momento todos tus pensamientos desaparecen.  

Estando con ellas, una sonrisa se dibuja en tu rostro poco a poco, como no creyendo lo que estás viviendo, y mientras más se acerca, más te emociona; al momento de llegar a ti “vuela” por arriba de tu cabeza, y es ahí donde te das cuenta que será una de las mayores experiencias de tu vida. ¿Sabes a qué criatura marina me refiero? Justamente a las mantarrayas, así que comencemos a "volar debajo de las olas".

El sol brilla en el cielo de nuestro caribe mexicano; cierras los ojos esperando que te llene de luz y energía para la aventura a la que próximamente te adentrarás.  Antes de ello, te darán instrucciones sobre qué hacer y no hacer cuando te pongan tu casco de aire.  Bajas por la escalera, poco a poco, sintiendo cómo el agua salada te va cubriendo hasta que llega a tu visera y te cubre por completo; entras a un mundo totalmente distinto, lleno de color y ¡maravilloso!

Caminas despacio, buscas con tu mirada a algún pez a lo lejos y, tal vez sin darte cuenta, uno de ellos pasa junto a ti; casi puedes imaginar qué está pensando, y al perderse en el fondo azul a la distancia observas cómo el piso se mueve, miras fijamente ¡y el piso se mueve aún más!; de repente, justo frente a tus ojos una mantarraya “vuela” delante de ti dejando a su paso un rastro de arena; se te acerca, más y más, hasta el punto en que la puedes tocar.  

¡No lo dudes, tócala!, pero no como a un gato o perro; hazlo suavemente, deja que la mantarraya haga todo, desliza tu mano por su espalda, siente su piel algo escamosa y a la vez áspera, totalmente diferente a como te la imaginarías.  Observas cómo se retira; regresas tu mirada para seguir caminado y llegan más mantarrayas de varias direcciones, algunas de ellas por debajo y tocan tus piernas suavemente. Un buzo llega, toma una por la espalda y la acerca a ti boca abajo para que puedas tocar su vientre blanco como la nieve.

Al terminar tu recorrido, sabrás que acabas de tener una experiencia única que difícilmente podrás volver a vivir, a menos que regreses a este paraíso del caribe mexicano.
 
                                                                             

¿Qué llevar?
  • Traje de baño.
  • Cámara contra agua.
  • Protector solar biodegradable.

¿Qué no llevar?
  • Ropa muy delicada.
  • Protector solar no biodegradable.

Importante: Sigue las indicaciones de los buzos,  evita voltear hacia arriba con tu casco puesto y debajo del agua, eso hace que el aire salga y el agua suba; si sucede eso no te alarmes, simplemente baja poco a poco tu cabeza hasta tu posición normal y el agua bajará.
 

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