• El mole es un platillo que no sólo está lleno de muchos ingredientes y sabor, también de mucha historia.

Por: Raúl Gracía
 

Chocolate, almendras, chile, clavo, pasas, ajonjolí, canela y muchos más ingredientes que tal vez por separado no significan mucho, pero juntos hacen algo tan mexicano como el tequila.  Algunos extranjeros le dicen “el chocolate que pica”, para otros es la mezcla exacta de un proceso culinario iniciado desde los tiempos de la época prehispánica y perfeccionado en nuestros días. ¿Ya sabes a qué me refiero? Así es ¡el mismísimo mole!, y en esta ocasión visitaremos lo que fue un viaje al que aun tienes tiempo de asistir, así que prepárate para La Feria del Mole.

                                                                                                                           

La encuentras en San Pedro Actopan, en el D.F., para algunos será un viaje de una hora treinta minutos y para otros viviendo en el sur de la ciudad mucho más corto, dependiendo del trafico, y a la altura del kilómetro 7 de la carretera Xochimilco– Oaxtepec, pasando por varios pueblos ya unidos con la Ciudad de México como Acalpixa, Atlapulco hasta llegar a San Pedro Actopan, haciendo de tu recorrido más entretenido encontrándote con construcciones y caminos antiguos de cuando la ciudad era pequeña y en ella existía un lago del que ya sólo queda el recuerdo.

Al llegar a la Feria te encontrarás con un gran arco de bienvenida muy mexicano y comenzando tu recorrido en un laberinto donde se venden diferentes artesanías de distintos lugares de México. Al terminar el laberinto encontramos lo que hemos venido a buscar: el mole, donde hallarás distintos tipos como de manzana, almendrado, nuez y recetas diferentes de cada vendedor, pero derivadas de cuatro moles principales: el mole pipián, por las pepitas en la salsa; el mole almendrado, el mole verde y  el adobo, tan diferentes pero similares en la historia y pasado, donde algunos de ellos llegaban a tener hasta cien ingredientes.

                                                                                                    

                                                                                                                

Continúa tu recorrido descubriendo los sabores de los diferentes tipos de mole, busca el que más le agrade a tu paladar y encuentra aquel que da "justo en el clavo" y te hace recordar los platillos típicos con pollo, guajolote o conejo, y para apreciarlos mejor ya en plato preparado no olvides visitar el restaurante “La casa del Nahual” 

En cada bocado de tu mole preferido podrás cerrar por un momento tus ojos y saborearás toda la historia con cada uno de los ingredientes hasta con el clásico arroz con mole, y no olvides pedir un taco de chiniculies, que son los gusanos del maguey ¡no te arrepentirás! Todo esto rodeado de un ambiente muy mexicano donde la decoración, los olores y sabores hacen de este el lugar perfecto para comer.  Por esta razón, no pierdas la oportunidad de adentrarte en los sabores de  “La casa del Nahual” y descubrir el inigualable mole de Yolanda Aldama.
 
                                                                                                                      

Cabe mencionar que para que uno pueda vender o tener un restaurante en esta feria es necesario ser originario de esa localidad, lo que hace aun más especial este lugar.
No olvides que además de los restaurantes y los puestos de artesanías y mole también existe un área donde encontrarás diferentes atracciones para los niños y para los que aun tienen espíritu de niño, inclusive un lugar donde puedes tomarte una foto vestido de revolucionario o adelita, un mundo de experiencia que no puedes dejar pasar. Para cerrar con broche de oro, el día sábado 27 de octubre -un día antes de que termine la Feria- habrá un evento donde podrás lanzar globos con luces hacia el cielo, el cual inicia a las 8pm y es llamado "La Noche Mágica".
 
                                                                                  

Como te habrás dado cuenta, este es un evento de talla internacional donde nacionales y extranjeros descubren un mundo de sabor y tradiciones  que abarca siglos de una herencia cultural y gastronómica, dando un resultado tan maravilloso y mexicano, que es el mole y tiene un sabor inigualable en todo el mundo, así que no dejes pasar este viaje culinario que México tiene para ofrecer.

¿Qué llevar?
  • Zapatos urbanos o tenis para que puedas explorar y caminar mejor en el suelo de tezontle.
  • Lentes y sombreros para el sol.
  • Ropa ligera, y si tu intención es quedarte en la noche una buena chamarra por los cambios de temperatura.
  • Un estomago vacío para que no te quedes con las ganas de probar toda la gama de moles que tienen para ofrecerte.

¿Qué no llevar?
  • Ropa de vestir como trajes, sacos o blusas delicadas.
  • El estomago lleno, no querrás perderte todos los sabores de nuestros moles.
  • Bebidas alcohólicas.

¿Qué más?

Puedes asistir a diferentes eventos musicales o de folklore, disfrutar de los voladores de Papantla, tirarte por la Tirolesa, y para los más pequeños existen ponys y juegos infantiles. Además de visitar el barrio mágico de Actopan.
Más información en: www.ferianacionaldelmole.com.mx
Costo de estacionamiento $50 pesos.
Entrada gratuita a la Feria.

*Agradecimiento en especia a Yolanda Aldama, dueña del restaurante La Casa del Nahual, por todas las atenciones prestadas para poder llevarles a ustedes lo que fue una experiencia inolvidable.  No olviden visitar su restaurante, no se arrepentirán.
 

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