• Y si Adelita se fuera con otro…
     
Por: Raúl Gracía
 
Se acabaron las vacaciones, pero eso no quiere decir que no te puedas escapar este fin de semana para hacerlo diferente.  Si tienes pensado ir sólo a “dar la vuelta” al Centro Histórico, te recomiendo que incluyas en tu recorrido al Monumento de la Revolución. 

                                                                                                                                                                                                                       Foto via: Raúl Gracia - Cúpula
 
Por mucho tiempo estuvo olvidado, y eso causó un deterioro enorme, no sólo externo, también interno con el declive de los metales y sus esculturas, convirtiéndose incluso, y tristemente, en “casa” de indigentes.  A veces sólo escuchamos mencionarlo cuando es punto para alguna manifestación o mítines de causa política o cualquier otra. Para los que habitamos la ciudad, ya no es sorpresa encontrar diferentes motivos para que se lleve a cabo una manifestación.
 
¿Sabias qué?....
 
Fue edificado aprovechando parte de la estructura que en un principio iba a ser destinada al Palacio Legislativo y Cámara de diputados y senadores, y este recinto fue promovido nada menos que por el presidente Porfirio Díaz, quien convocó un concurso internacional para llevar a cabo el proyecto.
                                                                                                 
Destaca por lo enorme y geométrico de su construcción que nos remite a la arquitectura de nuestros ancestros prehispánicos; sin embargo, también representa una las corrientes arquitectónicas de ese momento, el Art Déco, estilo que se hace presente en los grupos escultóricos que se encuentran sobre las pechinas de la cúpula de cobre del monumento, mismos que fueron hechos por el escultor mexicano Olivero Martínez, los temas que coronan los cuatro pilares representan a: la Independencia, las Leyes de Reforma, las Leyes Agrarias y las Leyes Obreras. Otros elementos de clara influencia Art Deco son las lámparas ubicadas a los lados del monumento. (FOTO DE LAMPARA).
 
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                  Foto via: Raúl García - Lampara
 
El 4 de febrero de 1936 se constituye como mausoleo, y en las criptas colocadas en la base de los cuatro pilares se encuentran los restos de grandes figuras revolucionarias. En 1942, los restos de Venustiano Carranza fueron trasladados a este lugar, así como los restos fúnebres de Francisco I. Madero que fueron traídos del Panteón Francés el 20 de noviembre de 1960; los de Plutarco Elías Calles, que estaban en el Panteón Civil de Dolores, fueron traídos nueve años más tarde en 1969; los de Lázaro Cárdenas han estado ahí desde su muerte, el 19 de octubre de 1970, y los últimos restos que fueron depositados fueron de Francisco Villa, trasladados desde Hidalgo del Parral, Chihuahua en 1976, y depositados durante la ceremonia del movimiento revolucionario. 
 
Recuerdo que cuando era niño siempre preguntaba si uno podía subir al monumento y la respuesta siempre fue un “No”, ahora la respuesta es un “Sí”; ya que existe un elevador panorámico que te lleva a lo más alto del recinto revolucionario, pero antes de subir tienes que dejar tus mochilas, paraguas y/o bultos para subir, también queda estrictamente prohibido subir con alimentos, esto por cuestiones de restauración y cuidado del mismo monumento, porque –desafortunadamente- no falta quien deja pegado el chicle en algún barandal o silla.
 
Pero, en estos días lluviosos te preguntarás si te quitan tu sombrilla ¿cómo disfrutar del monumento?, bueno pues no te preocupes, ahí mismo te prestan una sombrilla de color naranja para que la lluvia no sea un problema.
 
Tu recorrido empieza desde que subes al elevador con las paredes de vidrio, ya que puedes apreciar –dependiendo del lugar que te toque- la vista de la avenida de Los Insurgentes o hacia Reforma; las dos vistas valen la pena.  Al llegar arriba del monumento, lo primero que notas es la cubierta verde del interior de la cúpula, es de este color por un tipo de aleación que se le hizo al metal, y se asemeja a la piel de un dragón.
 
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     Foto via: Raúl García - Esculturas (Parte trasera)
 
Después bajas por unas escaleras empinadas hacia la primera terraza, en donde puedes observar por todos los ángulos la vista impresionante que te permite apreciar el monumento.
 
Detente un momento, cierra los ojos y piensa en el lugar donde te encuentras, piensa en su historia, en lo que éste representa, lo que tocan tus pies, los ideales de una nación, los héroes anónimos, las adelitas y las mil y un historias que aún quedan por contar. Al abrir tus ojos y haber pensado en ello, verás de muy diferente manera no sólo este monumento, sino cualquier otro recinto donde te encuentres y los apreciarás con respeto y orgullo.
 
Existen catalejos en la segunda terraza donde puedes observar aún más lejos y tener una mejor vista si es que nuestro “cielo transparente” te lo permite, y si no es así, entonces imagina el paisaje que en aquellos tiempos se hubiera admirado desde ese lugar en el que te encuentras. ¿Qué estaría transcurriendo en esas calles? ¿Cómo era la ropa de esas personas? ¡Deja que tu imaginación vuele!
 
Terminando tu recorrido puedes tomarte unos minutos y observar los cimientos del edificio que resultan ser impresionantes y, si hace mucho calor, existen unas fuentes a nivel de piso; ¡sé niño otra vez y trata de cruzarlas!
 
El edificio cuenta con cafetería y tienda de recuerdos por si tienes hambre o buscas el clásico recuerdo para tus amigos y familiares. ¿Te imaginas el gran detalle que será darles un recuerdo de tu misma ciudad? Camina a sus alrededores, observa sus detalles y lo asombroso de nuestro monumento.
 
¿Qué llevar?
  • Ropa y zapatos cómodos
  • Cámara. Te dejan tomar fotografías
  • Ganas de caminar
  • Lentes de sol
 
¿Que NO llevar?
  • Zapatos de plataforma o tacones, ya que las escaleras son empinadas y puedes tropezar o simplemente puedes cansarte o incomodarte.
  • Comida, agua y chicles están prohibidos
 
¡No olvides tus pertenencias en el guardarropa del museo!
 
Información del museo:
Martes a jueves:   10-18 horas
Viernes y sábado: 10-22 horas
Domingo y días festivos: 10-20 horas
 
Entrada: $40
50% a estudiantes, maestros e INAPAM con credencial vigente.
Recuerda que no es cualquier historia, es nuestra historia.
 

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