• Descubre lo que este estudio y teoría afirman.

Por: Paulina De la Mora

En 2009, Julia Kube publica en la Universidad de OldenBurg, Alemania, una investigación que ofrecía una lista de nombres asociados a prejuicios negativos y otra a prejuicios positivos. Esta investigación sugiere que el nombre del alumno influye en sus calificaciones escolares. Obviamente, esta influencia sólo se percibe en las calificaciones basadas en el criterio del profesor.

En la investigación fueron enviados a 200 profesores el mismo examen, pero con 12 nombres diferentes.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                             Foto via: memoriaemocional.com

Se mostró que nombres como Kevin, Mandy o Cedric están ligados a estratos sociales inferiores; por el contrario, nombres como Maximiliam, Jakob o Simon están ligados a estratos sociales superiores. Los trabajos firmados por nombres como Maximiliam o Simon fueron mejor calificados que los firmados por Kevin o Mandy, aunque el contenido era el mismo.
 
Este estudio dice que el nombre que nos pusieron nuestros padres puede inconscientemente poner en la mesa como la gente nos  percibe, ya que se dice que los nombres cargan cierto significado inconsciente para las diferentes personas, sobre todo si es el nombre de algún antepasado nuestro..
 
En los 80,  Alejandro Jodorowsky  desarrolló el término de psicogeneología, el cual hace referencia al “estudio del inconsciente familiar a través del árbol genealógico, en el que se originan mucho de los problemas de cada uno de nosotros y donde conviven tanto nuestras posibilidades de realización como los guiones de nuestro fracaso”.
 
Al elegir el nombre de un niño que va a nacer, comenzamos a formar su identidad y cómo va ser llamado, ya que en el inconsciente los nombres funcionan como mantras, porque al repetirlos constantemente originan vibraciones que producen determinados efectos para la persona, ya que desde que nace hasta que muere dice y escucha su nombre.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                Foto via: www.es.chabad.org

 El autor de esta teoría dice que un nombre repetido es como una fotocopia; cuando en la familia hay un nombre que se repite por doquier, se dice que éste pierde fuerza y se devalúa, ya que la persona queda dotada de una carga a nivel transgeneracional e inconsciente y pierde individualidad.
 
Y en el caso cuando nos llegan a poner el nombre de algún familiar ya difunto, se dice que queremos que los que se nos han ido renazcan, e inconsciente le cargan la personalidad del familiar al niño recién nacido, ya que este nombre viene cargado de historias pasadas y va formando vehículo. En pocas palabras, es como si cargaran un fantasma.
 
Otro ejemplo sería si ponemos el nombre de un hermano muerto a un bebé, estamos en realidad dejando en el recién nacido la carga de ser como aquel hermano.

Además, si el nombre que ponemos tiene una historia de depresión sumamos esa carga a la nueva persona.
 
Para Jodorowsky, la elección del nombre para el bebé es algo que debe llegar a ambos padres de manera intuitiva; sin repetición, para darle oportunidad a que se comience algo nuevo.
 
Así que si van a tener bebés, no está demás darle una leída a esta teoría.
 

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