• En un ambiente de paz, reflexión y un tiempo dedicado a estar contigo mismo, aprovecha para cerrar ciclos.

Por:  Paulina De La Mora

Siempre he creído que cada uno vivimos en una burbuja, y depende de cómo veas la vida así va ser tu burbuja -rosa, gris, azul, verde- pero estos colores luego distorsionan nuestra realidad y nuestras decisiones; sí es bueno vivir en una de esas burbujas, pero en una multicolor que nos deje ver la vida como debe ser, que podamos ver qué es lo que está mal, qué es lo que te funciona y qué no. Ver las cosas de muchas perspectivas para poder entender situaciones y personas; recuerda que cada una es un maestro o una enseñanza.

                                                                                       
                                                                                                        Foto via: dermatologiaymascosas.blogspot.com

Una de las tantas cosas que pinta de colores nuestra burbuja son los ciclos que tenemos como persona; esto puede ser generado por alguna relación, situación o deseo y si nos quedamos atorados en este ciclo nuestra burbuja va ir tomando el color según nos estemos sintiendo en esa situación. Todo tiene un principio y un final, y eso es muy difícil de entender y asimilar.

En este viaje que llevamos, los cambios nunca cesarán, y no lo podemos detener y menos aferrarnos al pasado.  Las cosas o las personas no están garantizadas para siempre, y aquí es donde entra la importancia de cerrar los ciclos y dejar las cosas fluir. Cuando logramos comprender que una etapa está terminando, entonces podemos empezar la siguiente sin ataduras y sin resentimientos, para poder disfrutarla plenamente y así ser felices.

Esto quiere decir que dejamos entrar algo nuevo dejando lo anterior, y claro que se puede -y se debe- recordar con cariño y sin atormentarnos; por eso es necesario que al hacerlo no entremos en círculos viciosos que pueden pintar nuestra burbuja de un color que nos nuble la vista y que ayude a prolongar las situaciones por miedo a enfrentarnos a ellas. Si vivimos renegando del pasado y con los ojos en un futuro que tal vez nunca llegue, no vamos a poder disfrutar del presente, de los logros y los momentos de hoy.

En estas fechas de amor, introspección y de paz que genera la navidad, se presta muy bien para cerrar los ciclos que traemos pendientes, pero ¿cómo puedo hacerlo? Lamentablemente no hay una receta establecida para esto, pero hay muchas cosas que  puedes hacer dependiendo qué se acomode más para ti y con qué te sientes más cómodo; por ejemplo, puedes meditar en un lugar en donde te sientas seguro y tranquilo y dirigirlo hacia los ciclos que quieras cerrar desde el interior, solo tú y tu mente, o escribir en una hoja lo que quieres cerrar y haciendo una meditación, al final quema la hoja como un ritual para soltar.

También, si tienes un ciclo abierto con una persona, puedes hablar tranquilamente con ella explicando la situación y lo que te deja, aclarando cosas si hay todavía cabos sueltos.  Puedes ir a algún lugar, a tu “safe place” y de ahí soltar, hay  muchas cosas que puedes hacer para poder lograr esto. Pero recuerda siempre que este camino es personal y toma tiempo, hazlo conscientemente siendo sincero contigo y con los demás, no te presiones. Medita, respira, fluye, suelta y haz tu burbuja una multicolor.
 

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