- ¡Dormir bien sí es posible!
Por: Verónica Veana
Todos hemos pasado por aquel terrible momento en el que nos vamos a la cama con el único deseo de reponernos para el día siguiente ¡y el insomnio nos ataca!
Giramos en la cama y no podemos dejar de pensar en todas aquellas cosas que dan vueltas en nuestra cabeza, como problemas laborales, nuestra situación financiera, algún conflicto del corazón o simplemente porque por alguna razón desconocida nos es imposible conciliar el sueño.
De la misma manera, hay ocasiones en que estamos felices porque es temprano y podremos, por fin, descansar las 8 horas que nos recomiendan, pero a la mañana siguiente suena el despertador y sentimos que durante esas 8 horas no descansamos como hubiéramos querido; nos sentimos cansados, adoloridos y lo que menos queremos es levantarnos para continuar con nuestras actividades.
Foto vía: Pinterest
Dormir bien trae muchos beneficios a nuestro cuerpo de manera interna y externa: lucimos más saludables, nuestro cerebro organiza la información y experiencias acumuladas, las células de nuestra piel se regeneran, entre muchos otros.
Lo ideal es dormir entre 6 y 8 horas diariamente, pero lo más importante es descansar realmente durante ese tiempo y para lograrlo debemos poner atención a nuestros hábitos de sueño.
En esta ocasión te comparto 15 consejos para conciliar el sueño de forma efectiva:
- Intenta escuchar música relajante antes de dormir, esto ayudará a que despejes tu mente de otras ideas que te estresan y te quitan el sueño.
- No utilices tu cama para leer, ver TV o hacer trabajos en computadora. Procura utilizarla únicamente como un espacio para descansar. Si te encuentras en otro lugar, como el sofá, evita pasar ahí la noche y ve directo a tu cama.
- Trata de mantener un horario regular para dormir. Evita desveladas continuas o siestas en diferentes horarios que puedan alterar tu sueño.
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- Procura que antes de dormir tu habitación esté silenciosa y en completa oscuridad o la mayor posible. Las luces parpadeantes de tu despertador, teléfono o cualquier otro aparato pueden distraerte e incomodarte. Por esta razón, evita el erróneo método de "veré TV para que me dé sueño", ya que la luz y sonidos que emite no te permitirán descansar adecuadamente.
- Evita tener aparatos electrónicos conectados cerca de ti, especialmente de tu cabeza.
- Si te acuestas y sientes frío o calor, adecua inmediatamente la temperatura de tu cuarto con la ventilación correcta, ve por una cobija extra o la pijama que sea agradable para ti en ese momento. Despertarte a media noche interrumpirá tu sueño y tampoco podrás descansar mientras estés sintiendo frío o calor.
- Un baño caliente te ayudará a relajarte; sin embargo, evita dormir con el cabello húmedo.
- Evita cenar pesado, tomar bebidas alcohólicas, energéticas, fumar o consumir alimentos con mucha azúcar antes de dormir.
- ¡Aleja el reloj de tu vista! Si tienes insomnio será más estresante pensar "ya pasó más tiempo y sigo sin poder dormir, ahora dormiré menos” porque, en efecto, te costará más trabajo conciliar el sueño.
- Evita tomar grandes cantidades de agua antes de dormir, ya que tu sueño podría verse interrumpido en la madrugada por la necesidad de ir al baño.
- Tu cama debe estar limpia y cómoda. Evita dejar cosas encima de ella que resulten estorbosas durante la noche.
- Sería excelente que todas las noches nos dieran un masaje relajante antes de dormir, pero también es buena opción hacer presión con tus dedos y dar suavemente, con movimientos circulares, un masaje en tus sienes cabeza y mandíbula.
- Evita intentar resolver todos tus problemas antes de acostarte. Recuerda que es más fácil encontrar solución a ellos cuando nos encontramos despejados.
- Hacer ejercicio momentos antes de ir a la cama no te dejará más cansado para poder dormir bien, al contrario, tu cuerpo estará estimulado y te mantendrá despierto. Si te ejercitas en la noche, por lo menos debe ser de 2 a 3 horas antes de dormir.
- ¡No despiertes estresado!, así que evita los despertadores ruidosos o que interrumpen tu sueño de manera agresiva, y cuando te levantes de la cama, hazlo de forma gradual y evitando movimientos bruscos.
Ahora sí, respira profundamente un par de veces, sonríe y prepárate para vivir un gran día ¡todos los días!
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