• Si realmente quieres lograr tus metas, tu cerebro encontrará los medios para llevarte a ellas.

Por: Paulina De la Mora

Aprende a diferenciar entre el "no puedo" y el "no quiero"
 

Cuando empecé a dar clases de yoga en una preparatoria, me di cuenta que muchas veces  justificamos a los adolescentes de no hacer las cosas porque “no pueden”, cuando en realidad es un “no querer” hacer algo y esto provoca una falta de disciplina inmensa.  Y no sólo ellos buscan excusas, también nosotros lo hacemos para no querer hacer algo que nos puede provocar movernos de nuestro confort.

Siempre decimos que no tenemos suficiente experiencia, tiempo o fuerzas y la realidad es que, al seguir poniéndoos estas piedritas en el zapato, nunca vamos a avanzar.

El éxito viene de adentro hacia afuera y no al revés; como lo hemos visto, las cosas externas son reflejos de las cosas internas de cada uno de nosotros. Como le digo a mis alumnos: “El 'no puedo' o el 'no quiero' se queda en la puerta, aquí no vale”. Debes tener presente que si quieres hacer algo, se puede lograr.

Saber, Poder y Querer son tres cualidades que debes desarrollar, pero la más importante es el QUERER, porque si no sabes, pero quieres y puedes, aprendes a hacerlo. Si sabes pero no puedes y quieres, aprendes a cómo poder hacerlo; pero si sabes y puedes, pero no quieres ¡nunca vas a hacerlo!

Al saber lo que queremos, la energía circula por el hemisferio creativo del cerebro, entonces la imaginación abrirá las ventanas para que la voluntad elija inspirar la vida en un propósito. El esfuerzo sin método agiganta el obstáculo.

El cuerpo funciona como el medio, los sentidos nos van a brindar información y la mente será el vehículo interior, recorre  paso a paso o saltando mediante ideas.


                                                                            
                                                                           Foto vía: psychologyofeating


Lo que hace el pensamiento para llegar al objetivo se regula por el deseo. El éxito de la asociación de ideas depende de la segunda, ya que le dará una ruta al pensamiento. El pensamiento viajará en una u otra dirección.

Los estímulos compiten entre sí para captar nuestro interés, pero el querer definiría a qué atender, como un imán que atrapa la atención. Si no hay interés, el pensamiento no tiene conductor.  Para él todo sirve, hasta las piedras en el camino.

Las personas que obtienen grandes resultados ponen en marcha los conocimientos adecuados, con los recursos y elementos que necesitan para poder actuar, llenándose -además- de un nivel de motivación que le lleva hacia la meta; es decir, quieren conseguir lo que se plantean.

Pero ¿cómo recordar lo que queremos ser?

Podrías llevar un diario personal, en el que anotes las metas que deseas alcanzar durante el día y escribir qué puedes hacer para conseguirlas sin olvidar los obstáculos. También podrías crear un mapa mental. Hay muchas opciones que puedes utilizar para recordarte que es posible lograr lo que quieres.

Tanto en tu vida personal como profesional pones en marcha proyectos a diario, algunos parecen mayores y otros pequeños, pero lo cierto en que en todos ellos debes estar a la altura para conseguir los resultados. A la hora de plantear tus actuaciones futuras, es necesario que reflexiones primero sobre tu situación actual.

“Querer" es pensar en nuestros intereses, valores y motivaciones, así que pregúntate ¿qué es lo que realmente quieres hacer? y ¿qué te gusta hacer? 

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