Comunicar confianza es clave para lograr el éxito profesional.
Por: Verónica Veana

 
En el trabajo, lucir como alguien confiable es una característica que te permitirá despuntar y lograr tus objetivos.

Nadie contrata a personas que dan desconfianza y mucho menos les aumentan el sueldo o los ascienden. Para conseguir trabajo, un nuevo puesto, incrementar tu sueldo, obtener un puesto de liderazgo o que te deleguen mayores responsabilidades, necesitas, indiscutiblemente, lucir como alguien confiable.

Para lograrlo, debe ser muy importante que valores como: la honestidad, buena actitud y responsabilidad sean parte de tu filosofía, porque el tener firmes convicciones mostrará a los demás que pueden confiar en ti.

A continuación, te doy ocho consejos que puedes poner en práctica para lograr este objetivo:
 
  • Cuida tu higiene y aspecto personal.
Si no eres capaz de cuidar tu apariencia ¿cómo puedes convencer a la gente de que le pondrás atención y buen cuidado a lo que te deleguen? Una persona pulcra siempre se ve más confiable.
 
  • Mantén una buena actitud.
Una buena actitud con la gente que te rodea, permitirá ver a tus jefes que sabes manejar efectivamente tu empatía e inteligencia emocional. Evita ser la persona que crea chismes o malos ambientes en tu oficina. Tu interés por los demás debe ser genuino.
 
  • Autoconfianza.
Para que los demás crean en ti, primero debes creer en ti mismo. Invierte tiempo en conocerte y descubrir tus talentos y habilidades. Cuando hacemos aquello que nos gusta y en lo que somos buenos, nos empezamos a diferenciar de los demás.
 
  • Prepárate y actualízate.
Cuando vas por más es porque puedes ofrecer más, y al mantenerte preparado y actualizado tendrás herramientas que te darán mayor seguridad al postularte para un nuevo puesto.

                                                                                      
 
  • Congruencia.
Una persona que es congruente siempre será más confiable. Lo que piensas, dices y haces debe estar alineado para tener y proyectar una imagen efectiva.
 
  • Tu ropa comunica.
En cuestión de prendas, apégate a lo clásico. Sabemos que hay gente con personalidades muy creativas, seductoras o sumamente imponentes que pueden generar cierta desconfianza en su interlocutor por la manera como visten. Prendas muy llamativas pueden hacer dudar a personas más conservadoras. Una vestimenta muy seductora en el ámbito ejecutivo (tanto en hombres como mujeres) resta credibilidad. Es cierto, siempre debes respetar tu esencia, pero también debes vestir con estrategia para lograr el objetivo que buscas. Además, recuerda que las vestimentas ejecutivas adecuadas son aquellas que se basan en la sobriedad y elegancia. Busca que tus prendas siempre tengan el equilibrio de lucir formales, discretas y elegantes.
 
  • Define qué mensaje te favorece proyectar.
En el caso del traje sastre para hombres y mujeres: el traje negro es el que comunica mayor autoridad. Si deseas verte con autoridad, pero generando mayor confianza en tu interlocutor, opta por un traje azul marino. Un traje gris claro te mostrará más accesible. De igual manera, mientras más colores y texturas incorporas a tu vestimenta, tu nivel de autoridad baja y luces más abordable. Ni la autoridad ni la accesibilidad es mejor que la otra; tú tienes que planear tu estrategia para saber qué te favorece más, lo importante es que siempre luzcas confiable. Si dudas, el azul marino siempre será un color muy afortunado.
 
  • Cuida tu lenguaje verbal y corporal.
Si te preparas en tener un buen speech y la vestimenta adecuada, pero no cuidas tu postura al estar sentado o de pie, no eres consciente de los gestos y ademanes que haces y no te das cuenta que, incluso, tienes ciertos movimientos que te hacen lucir inseguro ¡todo el resto de tu estrategia se te vendrá abajo! Capacítate para tener un manejo adecuado en tu cuerpo y voz.
 

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