• Si conoces a alguien que sufre de acoso, amenazas o violencia en la oficina, puede ser una víctima más del mobbing.

Por: Paulina De la Mora
 
Todo mundo ha oído hablar del famoso “bullying”, pero ¿conoces algo acerca del “Mobbing”?

El “Mobbing” es  el acoso o el “bullying” en el trabajo; es el hostigamiento que conduce a producir miedo, terror, desprecio o desánimo que se presenta como una enfermedad en el trabajador.

Muchas veces, las razones obedecen a situaciones como celos profesionales o envidia, y el objetivo de este tipo de acosamiento es  minar emocionalmente al trabajador para que éste renuncie.

Esto puede ser de manera horizontal -por sus iguales- o vertical, de parte de alguien en un nivel superior (esta también es conocida como “bossing”). La consecuencia común de este hostigamiento es el abandono del trabajo por parte de la víctima, quien es considerada por sus agresores como una molestia o amenaza para sus intereses personales. Aunque sea difícil de creer, se calcula que este mobbing aparece entre el 15% del total de los trabajadores en activo.

Se tiene la creencia de que el “mobbing” o acoso laboral es sinónimo de estrés o de trabajar bajo presión; sin embargo, dicho concepto abarca mucho más. La mayoría de las veces es confundido con estrés, y se presenta en el lento deterioro de la confianza propia y en las capacidades profesionales por parte del afectado. Empiezan a creer que verdaderamente cometen ciertos errores y comienza una somatización del conflicto, presentando enfermedades físicas (insomnio, ansiedad, angustia, irritabilidad, fatiga, cambios de personalidad, problemas en las relaciones, depresión, inseguridad emocional, torpeza, indecisión, retraimiento).


                                                                                                                                                                                                                                                                                                                           Foto via: www.abogadosylaboral.com


Pero ¿cuáles son sus características?
  • Gritar, avasallar o insultar a la víctima cuando está sola o en presencia de otras personas.
  • Asignarle objetivos o proyectos con plazos que se saben inalcanzables o imposibles de cumplir, así como tareas que son manifiestamente inacabables en ese tiempo.
  • Sobrecargar selectivamente a la víctima con mucho trabajo.
  • Amenazar de manera continua a la víctima o coaccionarla.
  • Quitarle áreas de responsabilidad clave, ofreciéndole a cambio tareas rutinarias, sin interés o incluso ningún trabajo que realizar
  • Modificar sin decir nada al trabajador las atribuciones o responsabilidades de su puesto de trabajo.
  • Tratarle de una manera diferente o discriminatoria, usar medidas exclusivas contra él.
  • Ignorarle o excluirlo, hablando sólo a una tercera persona presente, simulando su no existencia  o su no presencia física en la oficina, o en las reuniones a las que asiste.
  • Retener información crucial para su trabajo o manipularla para inducirle a error en su desempeño laboral, y acusarle después de negligencia o faltas profesionales.
  • Difamar a la víctima, extendiendo por la empresa u organización rumores maliciosos o calumniosos que menoscaban su reputación, su imagen o su profesionalidad.
  • Infravalorar o no valorar en absoluto el esfuerzo realizado por la víctima, negándose a evaluar periódicamente su trabajo.
  • Bloquear el desarrollo o la carrera profesional, limitando, retrasando o entorpeciendo el acceso a promociones, cursos o seminarios de capacitación.
  • Ignorar los éxitos profesionales o atribuirlos maliciosamente a otras personas o a elementos ajenos.
  • Criticar continuamente su trabajo, sus ideas, sus propuestas o sus soluciones.
  • Monitorizar o controlar malintencionadamente su trabajo con vistas a atacarle o a encontrarle faltas o formas de acusarle de algo.
  • Castigar duramente o impedir cualquier toma de decisión o iniciativa personal en el marco de sus responsabilidades y atribuciones.
  • Bloquear administrativamente a la persona, no dándole traslado, extraviando, retrasando, alterando o manipulando documentos o resoluciones que le afectan.
  • Ridiculizar su trabajo, sus ideas o los resultados obtenidos ante los demás trabajadores.
  • Invadir la privacidad del acosado interviniendo su correo, su teléfono, revisando sus documentos, armarios, cajones, etc.
  • Robar, destruir o sustraer elementos clave para su trabajo.
  • Atacar sus convicciones personales, ideología o religión.
  • Animar a otros compañeros/jefes a participar en cualquiera de las acciones anteriores mediante la persuasión, la coacción o el abuso de autoridad.

¿Qué se puede hacer para combatir esta situación?


                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                 Foto via: gennco.com.co
 

Primero, se tiene que aceptar que uno puede ser el hostigado o el hostigador. Si eres el afectado o conoces a una persona en esta situación, documenta y registra las agresiones desde el inicio, pero sobre todo hazlas públicas y comunícalas aunque hayan sido en secreto.

Si eres el agredido, trata de no reaccionar a los ataques; esto puede ser muy difícil, pero desactívate emocionalmente para que no llegues a la violencia.  Protege tus datos, documentos y archivos, guarda todo bajo llave y solicita asesoramiento psicológico y legal, ya que el mobbing puede -y debe- ser denunciado.

Recuerda que mobbing es una consecuencia del bullying; si un niño está acostumbrado a hacer bullying o a ser bulleado, buscará este comportamiento cuando sea adulto. Si conoces alguna situación así en la que tú no estés involucrado, trata de ayudar a las personas afectadas.

Recuerda que el no hacer nada es como ser cómplice.

Namasté.


 

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